lunes, 18 de mayo de 2009

Ritmos Roma


El manele, o la manea siendo rigurosos con la farragosa gramática rumana, es el género musical por excelencia de rastros y caravanas ambulantes. De procedencia gitana e influencias orientales, sus temas dicen cosas tan bellas como "Tengo chicas top-model, tengo oro y tierras. Dios mío qué bien me funciona la cabeza". Tras esa escabrosa afirmación uno diría que son raperos del Bronx venidos a menos con sintetizador de por medio. En boga entre la clase baja y denostado por los intelectuales o simplemente por aquellos que aún conservan algo de sentido común. A día de hoy lo único positivo que he encontrado a no saber rumano es el no enterarme de las letras de estas pseudo-canciones. No obstante, debo reconocer que el día que fui por primera vez al mercadillo y, justo en el momento exacto en el que me metí dentro del tumulto, empezó a sonar aquella música a todo trapo no pude dejar de esbozar una sonrisa.

Dejo aquí varios crímenes contra la humanidad.

Gigolo El videoclip merece la pena verlo hasta el final, ni Scorsese ni Spielberg ni gaitas.

Citesc biblia si plâng (Leo la biblia y lloro). Por lo que me cuentan, tiene una infinidad de fallos gramaticales: "Se va a avé un follón" .

Fernando de la Caransebes, y su exitazo "me casé con un capullo".

Otro hit del amigo Fernando, "Soy el chulo de Caransebes".


Poquito a poquito progreso con el "fotochó".

viernes, 15 de mayo de 2009

Lavado de cara


O algo así pretendo hacer. No gusto de servirme vilmente del material de otros. Espero que a partir de ahora cuando se trate de grafismo me las pueda apañar solito. A ver cuánto dura el propósito, el tiempo y mis limitados conocimientos sobre la materia son un lastre. Para empezar, el encabezado del blog ya tiene algo de chicha.





jueves, 14 de mayo de 2009

El intruso

Dibu de Forges

Tengo una amiga, conocida siendo estrictos, con un negocio de traducción. Un día me comentó que tenía unos clientes que buscaban a alguien que hablase español, desafortunadamente ella no tenía a nadie, así que recurrió a mí. Me dijo que sólo consistía en hacer una llamada a España, 5 minutos y listo, ese era el plan. Acepté por tratarse de favor, no parecía gran cosa. Supuse que no cobraría, ya que apenas serían 5 minutos, y que el objetivo sólo era agradar a los clientes a la vez que evitar que contactasen con otras agencias. Conozco a alguien que trabaja aquí como traductor, pero tratándose sólo de un pequeño favor no tenía sentido llamarlo.

Llega el día en cuestión y mi amiga/conocida Liana (sí, como la planta sarmentosa y trepadora, propia de regiones tropicales) me recoge en su bólido. Lleva gafas oscuras ya que tiene un problema en el ojo, desafortunadamente me quedé sin ver el meteorito ocular que llevaba bajo los oscuros anteojos. Nos dirigimos hacia el este de la ciudad, terreno desconocido para mí. Una vez pasado el trámite circulatorio, tan demente como desesperante en esta ciudad, conseguimos llegar a nuestro destino. Nos hallábamos en un barrio residencial de baja densidad, sólo chalets de no más de tres plantas, nada hacía presagiar que allí se encontrase una oficina. Liana llamó a su cliente ya que no sabía cuál era exactamente la casa a la que había que ir. Me dijo que se iba a dejar solo con ellos mientras ella iba a hacer unos recados. "Bueno con que no me quiten los órganos me doy con un canto en los dientes" pensé mientras me acordaba de la china de Hostel.

Pues no, no nos habíamos equivocado, estábamos justo en frente de la sede central de Chiringuito.SL. Me condujeron al sótano de la casa, donde se encontraba una suerte de oficina, el resto era el hogar del dueño de aquella broma llamada negocio. El chico me explicó a qué se dedicaba la empresa, su negocio consistía en recuperar la deducción del IVA para compañías rumanas en terceros países de la Unión, curioso. Me suelta toda la parafernalia burocrática a la que se enfrentan para conseguirlo en España junto con una batería de dudas que servidor tenía que resolver. Para tal propósito me muestra la página web más divertida y amena que el estado español haya concebido jamás, la de la Agencia tributaria.

Mi primera misión como padawan de la soterrada pyme consistía en encontrar en esa minúscula, cuasi liliputiense diría yo, web el documento para solicitar tal devolución así como los anexos con las instrucciones correspondientes. 5 minutos sí... para un veterano de la guerra burocrática rumana, como es el que escribe estas líneas, no debería ser un obstáculo insalvable. Unos minutos navegando, con traducción simultánea al inglés para mi interlocutor, por una corriente de modelos, formularios, normativas y notificaciones. Las intentonas no cayeron en saco roto y conseguí dar con el entrañable modelo 361, ahora tocaba traducírselo al señor que tenía a mi lado con cara de no haber dormido en 3 días, extremo que confesó durante el transcurso de la jornada. Nuevas dudas comenzaron a surgir al hacer el intento de cumplimentar el documento. Llamemos pues a España a ver qué tal les va por allí. "Buenos días, llamo desde Rumanía somos una empresa que se dedica a bla bla bla....y tenemos una duda con bla bla bla" qué manera más triste de hacer el paripé. En atención telefónica me soltaban unos palabros que no los entendía ni en español "Tú verás cómo se lo traduzco a este ahora... ". Muchos interrogantes no encontraban respuesta pero por ese día se iban a quedar sin respuesta, ya era hora de irse.

Me preguntó el chico cuanto me debía, "Háblelo con Liana" respondí evasivo. No sabía cuánto iba a sacar por mí, yo creía que sólo era un favor que se había alargado más de lo esperado. Al llegar Liana le preguntaron por el pago de mis servicios, ella se volvió desconcertada hacia mí. Al parecer ella me ofreció desde primera hora un trabajo, no era un favor, para más inri ella no cobraba comisión. Decidimos que por una hora y media el twix (I work for peanuts) al que me invitaron y 60 lei estaba bien, unos 14 € al cambio. Jamás pensé que mi primer salario sería en lei, en B y en un sector radicalmente diferente al mío. En el momento en que cogí aquellos dos billetes me convertí en el top manta de la traducción. El chico dijo que quería volver a verme, así que me dio su tarjeta, tenía prisa por resolver el problema, los hay con fe. Además, me pidió que intentase resolver lo que pudiese desde casa si tenía tiempo.

Al cabo de unos días volvimos a quedar. Esta vez el empleado fue quien me recogió en su cretácico Dacia ¡Pero qué bien me cuidan! Una vez llegados al zulo le trasladé todo lo que había encontrado de interés sobre el tema y la respuesta a algunas de sus dudas. Tras un par de llamadas para terminar de atar cabos ya creía que todo estaba hecho, pero no, ahora quería saber cómo poder hacer todos los trámites por vía telemática, para esto hacía falta conseguir un certificado especial. Ahora tocaba bailar con la más fea, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, incontables sádicos trámites aguardaban en ella al empresario desorientado. Una vez que comprendimos, o más bien que quisimos creer que habíamos comprendido, cómo teníamos tramitar la petición del documento que daba acceso a la presentación telemática surgió otro escollo, la empresa necesitaba para realizar la solicitud un NIF español ¿Pero no estamos en la UE?. "¿Qué cómo se consigue un NIF español para una empresa rumana? Déjame ver" La bola de nieve crecía y crecía a cada paso que dábamos. La situación se iba pareciendo cada vez más a mis tejemanejes con Politehnica. Para cuando llegué al modelo pertinente los ánimos yacían moribundos en el suelo, esto añadido al hecho de que mi estómago empezaba a hablar con voz propia hizo que decidiésemos dar por terminada la sesión. Por 3 horas y media más lo que trabajé en casa pedí 150 lei, unos 36€. Esta vez no me obsequiaron ni con una chocolatina ¡qué desilusión!. Tras darme el dinero pregunté si me necesitaban más "Esto... hmm...ya veremos, voy a intentarlo por mi cuenta a ver si lo consigo. Tenemos que decidir muchas cosas". Teniendo en cuenta que en Rumanía el sueldo de un médico ronda los 500€ no creo me pueda quejar... ni que me vayan a volver a llamar.

Si alguien me acusa de intrusismo laboral que sepa que por mi parte tiene carta blanca para intentar trabajar en mi sector sin titulación....

miércoles, 13 de mayo de 2009

Mamá cómprame

Las adversidades hacen crecer deprisa y madurar. Los acontecimientos se suceden a mayor velocidad, se queman etapas antes de lo previsto...

En Bucarest con 3 años... (¡Pincha!)

lunes, 11 de mayo de 2009

Trovadores balcánicos

El siguiente post versa sobre cómo se dicen lo mucho que se "quieren" los rumanos. Se recomienda a todas aquellas personas a quienes pueda herir su sensibilidad, en especial a mi querida señora madre, que desistan de leer lo que viene a continuación.

En España se usan con bastante frecuencia algunos insultos, refritos y carentes de originalidad en su mayoría. En Rumanía son más selectivos a la hora de usar sus insultos y muchos de ellos sólo los pronunciarían con los ojos inyectados en sangre, no como en España que "hijo de puta" se utiliza tanto en situaciones triviales como en acaloradas discusiones.

Cuando se trata de insultarse, los rumanos sacan al poeta que llevan dentro. Tienen un exquisito repertorio tan amplio como variado. Se pueden encontrar tanto las versiones rumanas de los insultos globales como auténticas odas a lo soez. Los más profanos son verdaderos cánticos a la herejía incrustados con grandes dosis de blasfemia.

Una vez se haya exacerbado a un rumano estas son algunas de las perlas con las que puede obsequiar. Ante todos ustedes el top 7 de la brutalidad lírico-rumana:


7-"Bâga-mi-as pula în gura mâtii" (Metería la polla en la boca de tu madre). Si en un atasco alguien toca tres veces el claxon significa "Bâga-mi-as pula". Listos estos rumanos, así se ahorran unos estériles gritos.

Hasta aquí todo "normal". Si alguien ya se ha alarmado mejor será que no siga, esto es sólo el calentamiento.

6-"Pisamas pe mortii tâi de curvâ jegoasâ" (Me meo en tus muertos puta macarra). Dedicado a las musas balcánicas, las chicas no podían quedarse sin su trocito de amor.

5-"Futu-ti mortii mâtii" (Me follaría a los muertos de tu madre). ¡Esto va subiendo de nivel! Aúpa los necrófilos.

4-"Câca-s-ar câinii în pizda ta" (Que se caguen los perros en tu coño). Segundo beso para las féminas. Dios sabe en cuantas rupturas conyugales ha hecho acto de presencia esta manifestación de la belleza por medio de la palabra.

Llegamos al top 3, reservado para lo jocosamente enfermizo.

3-"Uscam-mi-as chilotii pe crucea mâtii" (Secaría los calzoncillos en la cruz de tu madre). Sencillamente... exquisito, digno de pronunciarse en bodas y comuniones.

2-"Bâga-mi-ai mâna în cur sâ-mi faci laba la câcat" (Méteme la mano en el culo para hacerme una paja con mi mierda). Lujuriosa aria a la coprofilia. Si alguien tiene un vídeo de un niño de 6 años gritándole esta hermosura a una señora mayor que se ponga en contacto conmigo, la recompensa será cuantiosa.

1-"Târâmi-as coaiele te mormântu mâtii" (Arrastraría los cojones sobre la tumba de tu madre). Sublime, una delicia para los oídos, poesía en la poesía. Hijo de la perversión y padre de la ofensa, paradigma del frotamiento impúdico... el culmen de la ofensa. Mi mente no concibe una conversación en la que una vez dicho esto, no se haya proseguido al pertinente intercambio de soplamocos.

La Hora Chanante cantaba "Hijo de puta hay que decirlo más", yo digo "¡Târâmi-as coaiele te mormântu mâtii hay que decirlo más!"


P.D: Por si te ha interesado la foto, es de este señor.

domingo, 10 de mayo de 2009

Oaia aia e a ei

"Oaia aia e a ei", pronunciación figurada "Oaia aia ie a iei", significa "esa oveja es de ella".
El rumano se parece al español, sí.

lunes, 4 de mayo de 2009

Manos, labios y mejillas


Tras contar mis incursiones en Zodiac por los baños de la universidad llega el turno de los saludos. El sistema de los saludos es parecido al español, aunque con alguna vuelta de tuerca más. Cuando se presenta a una persona, sea hombre o mujer, se debe dar la mano. Hasta ahí todo claro. Al principio, tuve algún que otro problema al intentar dar dos besos a alguna chica, no pasó nada grave, tras sufrir el que me hicieran la cobra un par de veces conseguí adaptarme al estilo euro-oriental.

Pero ahí no queda la cosa. Resulta que a las chicas sí que se le dan dos besos, pero sólo cuando te consideran un amigo cercano. Ahora entra en juego el saber quién es tu amiga y quien no "Le doy dos besos ... ¿O pensará que me tomo muchas libertades? O por el contrario... ¿Pensará que soy un sieso si le doy la mano?". Varias veces he metido la gamba, tanto por exceso como por defecto.

Para más inri, los besos se dan al revés que en España. "¿Pero tenemos un orden?" sí, yo tampoco me lo había planteado nunca. En Rumanía el primer beso se da hacia la derecha, oseasé en la mejilla izquierda de la otra persona. A la hora de dar dos besos siempre entro en riesgo de colisión, es por esto que he decidido tomar por norma quedarme quieto mientras me dan mi cariñoso par de besitos. Una pena que no se salude también con una pareja de opresiones labiales entre desconocidos, podría ser divertido en los bares...

domingo, 3 de mayo de 2009

¿Por qué a mí?

Aviso para navegantes. Si estás comiendo, acabas de hacerlo o tienes pensado hacerlo en la próxima hora, no leas lo que viene a continuación. No me hago responsable si el teclado de tu ordenador acaba rebozado en bilis.




.......




.......




Enhorabuena y gracias por tu curiosidad masoquista.

A sabiendas de que lo he dicho en más de una ocasión, lo repito. Algunos días tengo hasta 10 horas seguidas de clase. En el primer cuatrimestre tuve como record 12 y media. ¿Qué ocurre cuando pasas tantas horas en la universidad? Pues entre otras muchas desgracias, tienes que utilizar los aseos de mi querida Politehnica. Se puede intentar aguantar, sí, pero bajo riesgo de estallido de vejiga o implosión.

Uno desearía poner sus posaderas en una taza tallada en ébano con una cisterna llena de Chanel nº5 en un baño de mármol virgen rematado con un grifo dorado mientras un lacayo le pasa hojas de papel higiénico de seda pura... pero dadas las circunstancias uno se apaña con cualquier cosa (también en inglés). Si el mayor o menor grado de asquerosidad entre el peor baño de Escocia y el peor baño de Politehnica se pudiese dirimir mediante un combate boxeo, el peor baño de Escocia ganaría a lo puntos, pero por poco.

Yo, experto me he hecho de estos paraísos de la insalubridad por mis tiempos mozos como Erasmus, ya que no cejé en mi empeño hasta encontrar un baño que cumpliese los requisitos mínimos que mi conciencia higiénica me imponía. El primer baño que encontré parecía una pista de patinaje derretida, ya que no llevaba ni zancos ni botas de agua no osé poner un pie dentro y comprobar si había peces. Era el baño de la planta más concurrida del edificio que alberga a más alumnos la universidad, así que tenía sentido.

El siguiente contacto que tuve con otro baño, que no pasó de lo visual, fue igual de placentero, la única diferencia con el anterior estribaba en que la mitad del alicatado yacía insepulto sobre el pavimento, a pesar de ello, los usuarios entraban sin dilación.

El tercer contacto, ya en mi facultad, me ofreció la linda imagen de las letrinas posmodernas rumanas, porcelana ergonómica para tus pies que te invitan a resistir la fuerza de la gravedad sobre tus tonificados cuádriceps. Subiría la foto de tamaña guarrada, pero tampoco me voy a regocijar en lo nauseabundo más de lo que lo estoy haciendo.

Yo, que recordaba con dicha los baños de la planta de investigación de mi escuela de origen, ejemplo de pulcritud, quasiesteriles, decidí acudir al lugar más exclusivo de la universidad esperando encontrar un baño a la altura (no en metros) de sus ocupantes. Así que allí me planté yo, en el rectorado. Busqué el baño más cercano al despacho de la rectora, lo que me quedaba de fe me decía que esa honorable señora y sus titiriteros no pondrían el culo en cualquier parte. Craso error. Un boquete en el techo de dimensiones frigoríficas se abría ante mí en toda su inmensidad, lo que faltaba en el techo se encontraba repartido entre los dos asolados retretes que allí pacientes, esperaban a que alguien los rescatase del olvido. Me encantaría entrar al despacho de la rectora, tal vez podría contemplar en alguna de las repisas una hermosa escupidera lacada terminada en plata.

El tiempo pasó, y tras mucho buscar encontré un lugar el que parecía que no me iban a contagiar la gonorrea, el dengue y el tifus. Se encuentra en la última planta de uno de los muchos edificios que me veo en la obligación académica de visitar. No tiene secador de manos, jabón, papel o tapa en los 6 blancos, a ratos, wc's que allí se encuentran. A veces no hay ni siquiera agua, pero bueno visto lo anterior... con que nada raro me muerda mientras me bajo los pantalones me parece correcto.

Una vez designado como mi cuarto de baño oficial, mis visitas al mismo se hicieron habituales. En una de mis impuras incursiones ocurrió lo siguiente. Al subir las escaleras que me conducían hasta la habitación de los horrores, vi a un grupo de estudiantes que, si no me equivoco, no los había visto en la vida. El grupo era heterogéneo en cuanto a sexos se refiere. El que nada los diferenciase de otros compañeros hacía que no presagiase nada malo. Una vez llegué a mi destino, hice lo que tenía que hacer y me dispuse a salir. Mientras me lavaba las manos oí unas risas a las que no les presté importancia. Quería salir de allí cuanto antes, que sea el mejor baño de Politehnica no quiere decir que quiera pasar allí más minutos de los necesarios. Me dirigí a abrir la puerta del baño... "Uy, que dura está" tiré más fuerte, agua. Durante unos minutos intenté forzar la puerta sin obtener resultado alguno. Yo ya hasta me reía de mi suerte "¿Por qué a mí?".

Sopesé la posibilidad de saltar por la ventana, pero una vez me cercioré de que 5 pisos de altura no son cualquier cosa deseché la idea. Podía intentar saltar desde la ventana a una terraza que había en frente pero la verdad, no tenía tanta prisa por morir. Tras volver a intentar abrir la puerta, llegando incluso a acabar colgado del pomo cual chimpancé africano, opté por la solución violenta. Tras un par de patadas a la puerta dilucidé que no iba a ceder "Se abre para tu lado gilipollas", me dije con grandes dosis de cariño. El móvil estaba sin batería, así que no iba a conseguir que viniese un helicóptero que me tirase un salvavidas por la ventana para sacarme de allí volando, cachis. Al no encontrar otra salida, escogí la opción de la vergüenza... "Help meeee!! Help meeeee!!" Gritaba entre risas de autocomplacencia mientras aporreaba la puerta con la poca dignidad que me quedaba.

Un par de bochornosos minutos pasaron hasta que alguien se dignó a abrirme la puerta. Al otro lado de la puerta estaba un joven rumano quitando el grueso palo de madera maciza que bloqueaba la puerta, la madre de todas las escobas. Con cara de estupefacción, me empezó a hablar en la lengua de estos entrañables europeos. Yo le di la mano y le dije "Thanks! you saved my life!" yo no podía parar de reírme mientras que él no salía de su asombro. Su mente no aceptaba que saliese de un wáter un español risueño hablando en inglés, parecía buscar con la mirada a los supuestos "colegas" que me habían hecho la broma. Necesitaba una explicación, que por supuesto jamás tuvo. Yo me fui de allí entre risas, intentado terminar con la escena lo más rápido posible.

Desde entonces no sólo compruebo si el cuarto de baño está limpio, ahora también miro si hay una escoba cerca.